Santuario, Risaralda, es un municipio que forma parte del PCCC, ubicado en la ladera oriental de la Cordillera Occidental de Colombia, en la zona amortiguadora del Parque Nacional Natural Tatamá, una región que abastece y surte de agua a varios cauces montañosos. Estos dos reconocimientos convierten a Santuario en un escenario propicio para el desarrollo de actividades turísticas, recreativas y de formación para la comunidad en general.

Aprovechando este escenario natural, hace más de un año surgió la iniciativa de conformar la prestadora de servicios turísticos Ecoaventura Entre Ríos y Montañas, vinculando para su ejercicio laboral a campesinos y campesinas de las veredas La Linda, Cominal, Alto Peñas Blancas, Campamento y Planes de San Rafael, en la zona cafetera del municipio. Se aprovecha su conocimiento para la atención de visitantes y la divulgación de saberes cafeteros. Actualmente, prestamos servicios de pasadías para toda la familia, que incluyen canyoning (rappel o torrentismo), ciclomontañismo, ruta del café, cultura, historia, senderismo, avistamiento de aves y parapente.

Siendo parte del Paisaje Cultural Cafetero Colombiano y viviendo en la base del Parque Nacional Natural Tatamá, contamos con un escenario natural de incontable belleza paisajística y oferta ambiental (ríos, montañas, café en ladera, cultivos diversos). El turismo sostenible, o amigable con el entorno, abre una puerta de esperanza económica, social y familiar para nuestros campesinos y campesinas. Sin dejar de serlo, tienen en este renglón productivo una alternativa laboral que les permite aprender, valorar y comprometerse con su territorio, aprovechando tiempo y espacio para mejorar sus ingresos y, con ellos, su calidad de vida, la de su familia y la de su comunidad.

En este sentido, ya se han realizado varias actividades turísticas donde los guías, proveedores de la alimentación y operación logística han sido campesinos de las veredas La Linda, Cominal, Peñas Blancas y Planes de San Rafael del municipio de Santuario. Los campesinos de estas veredas son beneficiarios directos de este proyecto, así como los gestores de esta propuesta de desarrollo y diversificación cafetera. También se benefician los visitantes que llegan a la zona, y, por supuesto, el hecho de mejorar la economía de unas veredas también beneficia la economía regional.

El beneficio no solo se refleja en lo económico; un valor agregado para estas veredas y para el municipio en pleno es tener campesinos apropiados de su territorio, con alternativas de vida sanas, valorando y comprometiéndose con el desarrollo del campo y de sus habitantes. Para ello, se realizan capacitaciones en historia local, interpretación ambiental, normatividad y manejo de equipos requeridos para el desempeño de este proceso.